Poreso venía desde los 33 años intentado salir de la trampa, aunque sin éxito. Jorge. Testimonio de un alcohólico. Hasta que un día, probablemente apuntalado por todos esos tratamientos que había atravesado, con 45 años y con una hija bebé de su segunda pareja, Jorge dijo “basta, hasta aquí hemos llegado”.
6- No escuches lo que diga un alcohólico. NO le creas a sus promesas. Mejor mira lo que hace o dice. Los alcoholicos son maestros en manipular. El alcohólico es manipulador en su conducta. Por lo que cuando se establece un dialogo con el va a recurrir a todas las estrategias que pueden llevarlo a su fin.
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